jueves, 19 de noviembre de 2015

Jueves 5 de noviembre, artículos sobre libros de texto. Diario de clase

¡Hola a tod@s! Hoy os traemos un extracto de lo más interesante que hemos tratado en gran grupo sobre el texto de Torres Santomé, J. "Para qué los profesores y profesoras si ya tenemos libros de texto" que hace una peculiar reflexión sobre el impacto que tienen los libros de texto en nuestro sistema educativo, hasta el punto de que algunos opinan que sí se cambia hacia una metodología de aula lejos de los libros de texto, está haciendo lo peor posible. Todo tiene su explicación sí se entiende el contexto social en el que nos encontramos.


Los libros de texto se pueden analizar obviamente por la estructura, las actividades, las opiniones y los posibles "mensajes ocultos" que nos quieran transmitir mediante imágenes o texto, pero sobre todo se pueden explicar por lo que excluyen, por lo que no se puede encontrar en el libro de texto. Hay cosas que no aparecen en los libros de texto, ya sea porque no se quieran entrar en detalles u omisiones provocadas para defender una posición determinada. Por ejemplo, en un libro de geografía europeo encontraremos el mapamundi con el centro en Europa, dando un mensaje de cuál es el 1ºer mundo, en cambio sí miramos un libro chino, encontraremos que Asia será el centro de todo el mundo dejando de lado los demás continentes. Esto es comprensible por la misión de trasladar la propia cultura que tiene la educación, pero muchas veces estos pequeños mensajes encontrados diferentes en todas partes pueden acabar generando odio u discriminaciones al igual que prejuicios.

También existe el hecho de que cada país  (cómo he comentado antes) impone de manera escondida sus valores e intereses para crear a hombres de estado, del país. Más acusadamente pasa en España con cada cambio de gobierno, bien está demostrado que con cada cambio, en las elecciones ha habido una nueva ley educativa que borraba lo existente una de otra, enfrentando a la comunidad educativa y dejando un sistema totalmente inestable. Las grandes editoriales, al tener que cambiar los contenidos y tener que publicar nuevas asignaturas lo que han hecho es engrandecerse gracias a esta situación.

Los contenidos que se acaban dando en la clase, no los decide la ley vigente (ésta solo da un guión de objetivos que se tienen que impartir y conseguir) ni el gobierno (que solo puede hacer pequeños cambios), sino las editoriales que hacen los libros, ya que son ellos quienes lo redactan, maquetan y publican. Estas grandes editoriales pertenecen en su mayoría a grandes medios de comunicación, empresarios o entidades católicas que sí se analiza con detenimiento, dominan parte de todos los sectores de producción y consumo. Por ejemplo, la  educación para la ciudadanía, la iglesia comenzó el debate que se acabó extendiendo hasta acabar c
on ella y cambiarlo por un "sucedáneo" que a ellos les parecía correcto"

En el negocio de los libros de texto, lo más complicado es crear un material didáctico en formato libro, pero una vez hecho fotocopiarlo para venderlo después en masa sale muy rentable. Las grandes editoriales nacieron gracias a los libros de texto, que llegaron a ser cadenas importantes de televisión e imperios mediáticos como he mencionado antes (anaya, santillana...)  

Hace muchos años, era conocida la frase de "cada maestrillo tiene su librillo", ahora hemos llegado a un punto en el que el libro de texto es "la santa biblia" pero de de diferentes compañías en cada centro. Este se ha hecho indispensable, y es una realidad que en nuestros días deberíamos ir cambiándolo poco a poco porque incluso, éstos están desprofesionalizando y menospreciando la figura del profesor ya que en muchos "libros del profesor" están especificados tanto cuándo se tiene que dar, cómo y de qué manera. (añaden por ejemplo explicaciones íntegras, datos extra...) 

Muchos profesores que han querido dejar el libro de texto han sido criticados y perseguidos, ya que son los padres que en un primer momento se alarman. Esto ocurre porque el libro de texto se usa también como un mecanismo de "control" de lo que su hijo está dando en clase, y sí quitas este elemento los padres se vuelven muy intranquilos (aunque bien es decir que esta pugna se arreglaría con comunicación y una buena estructuración previa por parte del docente)




Hace unas semanas se hizo realidad una propuesta de la generalitat, "xarxa llibres" que tiene como objetivo acercar y dotar a todo alumno que económicamente no pueda permitírselo, de un libro de texto. Está claro que esta iniciativa desasfixia a las familias pero también por otra parte reafirma la figura del libro de texto.





¿Podemos cambiar? ¿Qué vías tendríamos disponibles para poder desbancar de la profesión mas importante del mundo a las empresas y los intereses privados? ¿Cómo podemos devolver al profesor su profesión en su esencia?

Esperemos que en la caja de comentarios deis vuestras opiniones

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